jueves, 14 de agosto de 2008

1° Aniversario del Fulbito

Se cumplía un aniversario del Fulbito de los Jueves y se esperaba una fiesta en el Ñaro, pero deberemos esperar, porque faltó la orquesta, no hubo choripanes, ni Champan, ni Gatorade (léase Gatorade), ni salchichas con salsita, y tantas cosas más... para cuando el asadito en el Ñaro??
Pasemos a lo estrictamente futbolístico, y dejemos lo demás para Intrusos, Duro de Domar, y la revista Siete Días.

Ayer empezó la era de los Miércoles nos convocamos doce en el Ñaro. Se propuso armar un mini triangular (hubiese estado bueno), pero al final se jugó un 6 contra 6. La gran sorpresa la dio el Croupier, ovación de los cuatro costados cuando ingresó al campo.

Formaciones:

El Local: Bruscheta, Vitor, Juan, Tuiti, Diego, y Maiquel
La Visita: El Leche, Coquín, Chuza, Leo, Gustavo, y el Croupier.
El partido lo fue dominando la visita en el marcador, pero no en las llegadas, el local lo bombardeaba, y el Croupier de a poco se iba convirtiendo en la figura.
El resultado final 9 a 8, a favor de los locales, y a llorar a los velorios. Justicia en el marcador.

Campo de Juego: Regular
Observación I: ya es hora de cambiar la pelota
La Figura: El Croupier, voló de lado a lado.
Observación II: el Chuza jugó el partido regalado, debió haber visto la roja después de que le hachó la rodilla al Maiquel, por suerte estaba el representante de los derechos humanos que como corresponde salió a defender al Chuza.
La Jugada destacada: el tiro del final del Coco, nos quedamos sin pelota y como en la vieja copa Libertadores (se jugaba con una sola pelota) partido terminado.

lunes, 11 de agosto de 2008

Jueves 7 de Agosto San Cayetano

Último Jueves, volvemos a los Miércoles 21hs, decisión unánime en Clubniaro, todos apoyando para que Lucho este presente y pueda participar de los fulbitos de cada semana. Desde el próximo Miércoles 13 de Agosto.
Y estamos metiendo mucho sacrificio, a lo Blas Giunta para el fulbito de los Jueves. Si, porque el último Jueves Maiquel recibió un llamado de Leo diciendo que se suspendia y que no iba a haber fulbito. Esto no podía ser, se reprogramó todo, se empezó a convocar gente y se terminó finiquitando el picadito.
Al final un memorable 4 contra 4, partidazo, de esos que solo se pueden ver en el Ñaro, y que direcTv no pasa.
Lo de siempre,
Locales: Leche, Leo, Ivan (tapado), Maiquel
Visitantes: Juani, Cholo, Lucho, y VitorioResultado final un empate en 12 goles.
Se jugo cerca de una hora, nos cobraron hora y media, atención para la próxima!!!


El Local tiene personalidad, oficio, intérpretes para cambiar de dibujo dos o tres veces por partido. Tiene, más allá de que guste o no, una forma de jugar definida. Y tiene lo que todo campeón de un momento a otro muestra: suerte. En la medida justa. Pero indispensable para sacar adelante una parada brava como fue visitar a los del Cholo. Suerte, sí, en ese cabezazo de Vítor que dio en el palo derecho del arco de Leo. Fortuna cuando otra vez Vítor casi le rompe el boliche al arquero del Local. Liga en el cabezazo de Juani que manoteó como pudo el reemplazante de Leo. Y culo (como le gritó Mohamed a Simeone) en esa misma jugada, cuando Lucho, soldado heroico, se tiró al piso y desvió al córner lo que para Maiquel ya era gol. Pero este Local que todavía se está rearmando y que en la última semana perdió a su cerebro futbolístico, también llegó, lastimó y pudo haberse quedado con un partido en el que el Visitante atacó más, pero no necesariamente lo hizo mejor.
Así y todo, se insiste, durante los 90 minutos Leche la pasó igual o peor que su colega Leo. Porque cuando Juani levantó, Vitorio se corrió a la izquierda y dejó a la promesa intrascendente para volver a ser el jugador decisivo de hace unos meses y Lucho empezaron a dejar huella por la izquierda, la visita tuvo una definición defectuosa del Cholo abajo del arco, y un cabezazo de Ferrari al que sólo le faltó poner la cabeza...
De lo que no hay dudas, es de que allá arriba, donde no hay espacios ni tiempo para sesudas elucubraciones, el campeón sigue buscando lo más difícil: ponerle tiza a los botines sin dejar de pisar el acelerador (la jugada que elaboró para llegar al 1-1 sirve de ejemplo, ya que se construyó con tres toques letales). Y lo hace con pibes que están dando sus primeros pasos en el pasto grande, gente que ya sabe qué tiene su técnico entre los dientes y a pesar de que su último ídolo esté cada vez más lejos. Total, atrás, cuando no alcanza con el esfuerzo y todo el sudor...
ÑARO (ENVIADO ESPECIAL).